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Han pasado 200 años y nos adentramos en la histórica revuelta de Guayaquil. El 9 de octubre data la más transcendental historia del Ecuador actual, por ser el innegable y sublime día de nuestra independencia (Telégrafo, 2012).
Bicentenario su primera celebración oficial data desde el año 2010, organizada por los miembros de la Nueva Junta Cívica de Guayaquil de manera informal, congregando un número mayor de personas cada año y siempre entre los asistentes constan personajes políticos y públicos de la ciudad; así como también la intervención de la Orquesta Sinfónica del Colegio República de Francia.
Estas se celebraban en las calles 9 de octubre, en donde se presentaban distintas temáticas que provenían de colegios o fundaciones las cuales organizaban su show. También el Benemérito Cuerpo de Bomberos del Guayas realizaban sus entradas con unos espectáculos sin igual. Estas fiestas duraban hasta la noche en donde también se presentaban artistas invitados sean nacionales o internacionales.
En la actualidad, la ceremonia fue cambiando y se la organizó de manera más formal por el grupo cívico Bienvenido Guayaquil, y avalada por la Municipalidad de Guayaquil, las mismas que se celebran cada mes de octubre y que se convierte en el propietario de las más rimbombantes conmemoraciones en donde las exhibiciones, conciertos y festivales suministran un lugar sano de esparcimiento y discernimiento social (Goraymi, s.f.).
Pero el año 2020, nos trajo muchas sorpresas y las cosas cambiaron debido a la llegada del covid-19 a nuestro país, lo que incitó a la ciudad a tener el mayor número de personas contagiadas y fallecidas.
Los ciudadanos se vieron afectados en todos los ámbitos, lo que provocó que las actividades se paralicen en su totalidad. Pero a pesar de todo lo acontecido en nuestra ciudad, se están reactivando de a poco las actividades comerciales. Todos los que formamos parte de esta hermosa ciudad estamos prestos a sacarla nuevamente adelante con mucha fe y optimismo. Sin dejar a un lado lo que caracteriza a los guayaquileños, como personas emprendedoras, humildes y trabajadoras.
Para esto diversos centros comerciales y de abastecimiento de víveres, deben regirse a lo establecido por las autoridades del Comité de Operaciones de Emergencia Nacional que enmarcan la semaforización desde el 1 junio del 2020, cuando el Ecuador cumplió 77 días de aislamiento por la pandemia del covid-19.
Lo que significa que la semaforización medirá el nivel de contagio de la enfermedad en cada provincia como por ejemplo el color rojo es la postergación de actividades presenciales o conocida como aislamiento social, el color amarillo las instituciones públicas y privadas podrán retomar las actividades presenciales con un máximo del 50% de su personal en cada jornada y finalmente el semáforo verde representa las medidas más flexibles con respecto al distanciamiento y está diseñada para poblaciones con una curva sostenida de contagios.
Con lo expuesto anteriormente para la reactivación de actividades estos centros de afluencia masiva, deben cumplir con las disposiciones estrictas del gobierno en relación al protocolo de bioseguridad, considerando los lineamientos establecidos en la Guía y Plan General para el retorno progresivo a las actividades laborales y comerciales, así como también estas actividades comerciales en locales podrán funcionar con un aforo máximo del 30% de su capacidad y contar con mecanismos de supervisión de síntomas para sus empleados y clientes.
Ofreciendo las garantías de bioseguridad para todas las personas y puedan dar apertura a sus negocios sin afectar la salud de sus clientes. Los centros comerciales de la ciudad adoptaron estas medidas de seguridad y las están cumpliendo rigurosamente. Entre ellas está que cada individuo al ingresar y adquirir sus víveres, deberá llevar de manera obligatoria una mascarilla ya sea esta de algodón o de plástico.
Esto ayudará a evitar el contagio y proteger más a los ciudadanos, por lo que es necesario que se lleve un control en cada uno de los centros de abastecimiento de todo el país. Como ejemplo se puede citar las medidas de seguridad implementadas al ingresar al Mall del Sol, donde los clientes se les toma la temperatura corporal y si están sin fiebre se les da el acceso para que pisen una alfombra que contiene alcohol o cloro para desinfectar sus zapatos y luego se les coloca gel antibacterial en las manos.
En el interior de los mismo se encuentran las indicaciones de bioseguridad en cada local y cuántos clientes pueden estar, hasta dónde deben pararse en el ascensor, pues solo pueden compartirlo cuatro personas. Lo importante ahora es acatar todas las medidas para trabajar de manera segura y que todos podamos recuperar algo de los ingresos perdidos en la época escolar.
Todas estas medidas rigen para clientes, trabajadores y proveedores. Incluso indican que si una persona debe sale al parqueadero, antes de volver a entrar al centro comercial debe desinfectarse nuevamente (Comercio, 2020).
Marissa Icaza Alemán
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