Leonor Oyague
Una vez más, Estados Unidos presenció un acto de violencia y racismo a manos de la policía y la estricta ley que la rige. El pasado 25 de mayo de 2020, el afroamericano George Floyd fue asesinado, en Powderhorn, Minneapolis, como resultado de su arresto por parte de cuatro policías locales. Según los medios, Floyd fue arrestado por intentar hacer una compra con un billete falso de 20 dólares en una tienda de comestibles. ¿Era necesario recurrir a la violencia?
Murió por asfixia provocada por el oficial Derek Chauvin, quien tras esposarlo y ponerlo boca abajo con la ayuda de Thomas Lane y J. Alexander Kueng, presionó al arrestado contra el pavimento con su rodilla apoyada sobre el cuello de la víctima durante más de 8 minutos. Floyd, mientras era retenido, repitió varias veces la frase "I can't breathe" (en español, "No puedo respirar"). Este caso se suma a una larga lista de asesinatos en contra de la comunidad afroamericana por parte de la policía estadounidense.
Sin ir muy lejos, en marzo del 2020 Breonna Taylor recibió 8 disparos por parte de la policía de Louisville, Kentucky, mientras realizaban una redada antidroga, de la cual los medios informan, no se hallaron sustancias estupefacientes en su hogar.
Ahmaud Abery fue otra víctima. En febrero de este año, le dispararon en una zona residencial de Brunswick, Georgia, por un ex-policía y su hijo, quienes lo confundieron con un sospechoso de robos domiciliaros.
En pocos días, la muerte de Floyd generó una oleada de indignación y protestas a nivel mundial contra del racismo, la xenofobia y los abusos policiales hacia ciudadanos de raza negra. En las redes se pronunciaron deportistas, músicos, políticos, y figuras de otros ámbitos con el hashtag “Black lives matter” (#blacklivesmatter), manifestando el apoyo hacia la comunidad afroamericana y denunciando los actos de violencia.
El hacker Anonymous es conocido por revelar información oculta del pueblo y hackear gobiernos y corporaciones. Se pronunció al respecto tras los escándalos en redes y asegura que publicará los “trapos sucios” de la élite. El pueblo se alzó en contra un gobierno violento y retrógrado en pleno siglo XXI. Se apoderaron de las redes de la policía de Minneapolis y cuentan con información de varios crímenes realizados de forma injusta.
Los 50 estados de la potencia mundial, se han alzado unidos en protesta para luchar en la interminable guerra contra el racismo. Las calles están llenas de ciudadanos que exigen justicia para Floyd y otras víctimas de la ley. Chauvin fue despedido y arrestado el 29 de mayo en Minneapolis, cuatro días después del incidente. Sus compañeros también fueron detenidos consecutivamente. A pesar de que los acusados ya están en custodia de la policía de Minneapolis, los protestantes no están satisfechos y saben que aún queda un largo camino por recorrer para erradicar el racismo en su país.
Floyd ahora descansa pero el mundo no se detiene, la lucha continúa, su legado prevalecerá en la historia porque todas las vidas importan.
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