Erika Erreyes, Jessica Gualli, Lourdes Guadamud,Diego Vasquez
La “Momia de Guano” atractivo turístico de Chimborazo
El 5 de agosto de 1949, un terremoto sacudió a las provincias de Tungurahua y Chimborazo y provocó el hallazgo de piezas arqueológicas, entre ellas una momia.
Al ingreso del cantón se puede observar un letrero grande de color verde, con letras en blanco que dan la bienvenida a quienes visitan Guano, un pequeño cantón de la provincia del Chimborazo, considerado una de las capitales artesanales de Ecuador.
En Guano, a 10.7 kilómetros de Riobamba, se encuentran las ruinas “La Asunción” sitio que alberga el museo de la ciudad. En la entrada de la recepción se observa a José Felipe Guacho, un hombre de cuarenta años, que vestía una chaqueta de cuero color negra, quien ofrece sus servicios en el lugar. El uso de sus gafas de sol en un sitio cerrado llama la atención de quienes ingresan hacer el recorrido del museo, él menciona que es su accesorio favorito y que siempre los ha usado sin importar el lugar. Con una sonrisa en símbolo de bienvenida informa a los turistas que la tarifa para el ingreso es de 0.50 centavos, un valor asequible para todos.
En la entrada se puede observar vasijas de barro, cerámicas, huesos de esqueletos en ritual de entierro al estilo inca. El encargado del recorrido en el museo es Joel Guevara, un estudiante universitario de Gestión Turística y Hotelera, él joven de 20 años, viste un pantalón jean, sudadera de rayas horizontales, y zapatos deportivos que hace referencia a la vestimenta de un joven.
En el recorrido por las instalaciones del museo el joven relata los vestigios de cada stand, menciona que su labor como guía turístico es importante porque da a conocer el patrimonio cultural del cantón, y trabajar en ese lugar lo motiva a culminar su carrera universitaria. En el lugar lo acompaña Baltazar Ushca, el último hielero de Chimborazo quien también cumple el rol de guía turístico, su sombrero de color café, poncho rojo, pantalón negro lo convierte en toda una celebridad, pues los turistas buscan fotografiarse junto a él.
En la travesía del sitio se encuentra el mayor atractivo turístico, la momia Fray Lázaro de Santafimia conocida como “la Momia de Guano”, con un aspecto antiguo, con la boca semiabierta y sus dientes desgastados, su ropa desgarrada, huesos rotos, la piel disecada y momificada muestra a simple vista que sus huesos están deteriorados a causa de la artritis.
Algo muy particular que sobresale en el cristal, es su pañoleta de color fucsia que rodea su mandíbula, existen algunas teorías que aseguran que el sacerdote sufría de dolor de muela. El franciscano fue un hombre solitario durante un tiempo poco antes de su muerte, al morir tenía entre 55 y 60 años, y fue enterrado dentro de los muros de la iglesia en el que era el encargado, lo que le permitió cuidar del convento de la orden religiosa “La Asunción” después de la muerte.
Otro protagonista que se lleva la atención en la cámara de vidrio junto a la momia, es un pequeño ratón momificado, se desconoce de su presencia, pero una hipótesis alternativa es que al ser enterrado Fray Lázaro, el roedor consiguió introducirse en la vasija grande en el que descansaba su cuerpo e intentó comerse sus restos, pero no pudo escapar.
El científico forense francés Philippe Charlier realizará un estudio de la “Momia de Guano” el 29 de enero. El arqueólogo e historiador, estudiara en Quito e iniciara trabajos en colaboración con la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), se tomaran tomografías, análisis de muestras de cabello y genéticos para determinar las razones de su muerte que hasta el día de hoy se desconoce.
Es un día normal, pues no hay lluvia ni sol, es una perfecta combinación de un lugar tranquilo, la brisa del lugar tiene un olor peculiar difícil de explicar, es la mezcla entre pasto y tierra mojada, tal vez sea por el invierno o quizás así es su aire natural. Aquel sitio es todo lo contrario a la cuidad, sus calles están vacías y no existe el típico tráfico vehicular en la hora pico y placa que se dan en las grandes ciudades como en Quito y Guayaquil.
Un color celeste claro resalta en el lugar y no es el color del cielo, sino es el Monasterio de “La Asunción” estructura que tiene un toque coloquial que llama mucho la atención. Está ubicada a 300 metros del parque central, es un mirador de atractivos naturales pues se pueden observar a los grandes nevados.
A un metro del lugar mencionado se encuentra las ruinas arqueológicas de la primera iglesia del monasterio “La Asunción” lugar que fue sacudido por el terremoto el 4 de febrero de 1797, a causa de este fenómeno dos paredes laterales de la iglesia aún siguen de pie.
Este sitio que está rodeado por un amplio pasto verde, en donde se puede recostar, sentar o hasta dormir, es un lugar perfecto para disfrutar en familia y parejas que buscan tener tiempo para conversar, jugar o simplemente observar las ruinas y tomarse fotografías.
En el parque central de la urbe ubicado frente al Municipio de Guano se observa a turistas nacionales y extranjeros que buscan saborear el famoso helado de paila. Una de sus primeras paradas se da en el restaurante que se encuentra ubicado junto a un pequeño riachuelo, lo primero que hacen quienes visitan la localidad es ordenar la famosa fritada, la chicha huevona y las deliciosas cholas guaneñas.
En otra columna montañosa se puede observar letras metálicas de color naranja con las letras “El Teleférico”, que tiene una altura de 300m y una capacidad para abordar máximo a ocho personas, para llegar a su punto máximo se debe ascender los 324 escalones, el ascenso del sitio tiene dos caminos, una que lleva al teleférico y el otro a Los Monolitos, ascender por la colina de Lluishi desde una acogedora escalinata entre geranios, y ver las esculturas que codifican tradiciones milenarias.
Observar Guano desde la cima en todo su esplendor y descender por la tarabita, es una de las aventuras que se debe vivir, afirma Betty Lozano, propietaria del teleférico.
Abrigos, ponchos, bayetas, carteras, botas, correas de cuero se exhiben en las vitrinas de las tiendas comerciales que están ubicados en el centro de la ciudad. Olga Sánchez propietaria de uno de los locales de ropa y calzado da a conocer los distintos precios que varían desde $10 hasta $100.
Alfombras de tres metros, de diferentes diseños, contexturas y colores están colgadas en los escaparates de las tiendas artesanales, que llaman la atención de los turistas nacionales y extranjeros quienes buscan llevarse un recuerdo de la ciudad. Con una estatura de 1.72, piel blanca aperlada, cabello rubio y ojos de color verde esmeralda, se distingue a Annie Smith, una joven mochilera estadounidense quien junto a su mejor amiga buscan explorar los sitios más emblemáticos de la urbe.
La sierra ecuatoriana se diferencia de las demás zonas del Ecuador por su clima frio, su incomparable comida es el deleitar de quienes acceden a visitarla. Guano es uno de esos sitios que ofrecen todo en un solo lugar. Conectarse con la naturaleza, visualizar los amplios campos verdes, realizar deportes extremos, y recorrer las zonas emblemáticas hacen de la pequeña ciudad un lugar histórico y milenario que se debe visitar.
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