Verónica Kassandra García Abad
El patrón de sueño debe ser de 8 a 10 horas, pero muchos no duermen lo suficiente, esto genera agotamiento físico, dificultad para cumplir con las obligaciones escolares o sociales.
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Las pantallas LED alteran el sueño cuando hay el uso excesivo de celulares. Para los Millennials (nacidos entre 1981 y 2000), revisar el móvil o la tablet antes de dormir se volvió una rutina que atenta contra la salud. El uso excesivo de dispositivos causa “insomnio tecnológico” por sus pantallas retroiluminadas o LED, que alteran la producción de la melatonina y hace que el cerebro identifique su luz como si fuese el día, de acuerdo con estudios realizados en la Fundación Nacional del Sueño.
“El hábito de llevar un móvil a la cama puede derivar graves problemas, desde físicos hasta mentales. Este tipo de dependencias crea una estimulación cerebral y trastornos de conductas ”, indicó Consuelo Camacho, especialista en psiquiatría.
A diferencia de otros dispositivos, como los smartphones o demás ordenadores portátiles, son fáciles de trasladarlos al dormitorio y de tenerlos mientras estás en la cama. “Es común que jóvenes duerman a las tres o cuatro de la madrugada, esto provoca que sus defensas bajen y no tengan la suficiente energía que requiere el cuerpo”, indicó Alex Vaca, médico general.
Los últimos datos demostró que el 16,9% de las personas de cinco años poseen un teléfono inteligente, que representa un crecimiento de 141%, realizados en la Encuesta de Tecnologías de la Información y la Comunicación del Instituto Nacional de Estadística y Censos.
“Si está situación no es atendida de inmediato, seguirá afectando el rendimiento académico, como: la falta de concentración, inasistencia a clases o incluso no llegar a la hora establecida”, comentó Yaiza Castro, docente de secundaria.
María Yépez, neuróloga del hospital Alcívar, considera que es fundamental para toda persona dormir la cantidad adecuada. “En los adolescentes el patrón de sueño debe ser 8 a 10 horas, pero muchos no duermen lo suficiente, esto genera complicaciones en la vida diaria como: agotamiento físico, dificultad para cumplir con las obligaciones escolares o sociales”, agregó.
Otra consecuencia es el problema a la visión. La luz azul que emiten entran a través de los ojos hasta la retina, esto obliga que la mirada se enfoque en un espacio particular, durante un tiempo prolongado.
El reporte realizado por la Red Epidemiológica Iberoamericana para la Salud Visual y Ocular, reveló en el periodo 2009-2010, el mayor porcentaje de miopía prevalecía en Ecuador con un 25.2%, respectivamente en grupos de 5 a 14 años, mientras en Argentina se presentaba en el 1.2%.
“Es preocupante porque atiendo a niños de 6 a 15 años, desde pequeños ya tienen problemas de visión por el abuso de la tecnología. Esta condición excesiva puede derivar en un futuro la causa directa de miopía”, señaló Víctor Pino, oftalmólogo.
“No cumplir con el ciclo natural del sueño y pasar más de diez horas en el móvil, puede generar problemas en la salud mental, como la depresión, ansiedad, angustia y estrés”, comentó, Consuelo Pazmiño, psicóloga.
En las últimas estadísticas del INEC, se reflejó que el acceso a internet en el país se incrementó al pasar del 11,8% en 2010 al 28,3% en los hogares.
Roberto López, padre de familia, considera que limitar el uso de internet antes de dormir sería una estrategia adecuada. “Una regla que diga: está prohibido que usen sus móviles, evitaría la dependencia de estos”, dijo.
“En este tipo de situaciones se debe practicar hábitos como leer, hacer deporte, escuchar música. Así se evitará el cansancio físico y mental”, manifestó Irene Andrade, neuropsicóloga en Educación.
Kelly Quintero, neurofisióloga clínica, recomienda que para prevenir que los jóvenes tengan horarios irregulares del sueño, deben evitar actividades estimulantes, como el uso de aparatos con exposición a la luz.”Se debe verificar que el joven no se vaya a la cama con su teléfono u otro aparato similar”, detalló.
Se debe estar pendiente de los niños para evitar estas consecuencias.